Mis nuevas alas | Parte 2

Tengo que decir que a fecha de hoy nunca había atesorado ninguna prenda de ropa o accesorio, quizá cuando era adolescente y demás... pero hacía tiempo que no miraba con ilusión una prenda de vestir o un complemento, con los años han perdido la importancia para mí.

Esto ha pasado a la historia al adquirir las zapatillas nuevas (podéis ver la experiencia de comprarlas en el post anterior). Ya me parecían extremadamente bonitas pero al probarlas, creo que ha sido un cambio significativo en mis "paseillos".

He querido hacer dos entradas para poder explicar bien cómo fue la experiencia de comprarlas (en la 1ª) y para poder tener tiempo de probarlas en varias ocasiones antes de contaros mis impresiones (en la 2ª, esto que lees ahora).

Al probarlas en la tienda y con los nervios la verdad es que no me paré demasiado a experimentarlsa bien del todo, pero me parecieron cómodas. Sin embargo, nada más ponérmelas, notaba demasiada presión en el empeine, esto disminuyó un poco al ajustar los cordones pero seguía notando como muy tensionada la zona.

Hasta el punto de llamar a la tienda y preguntar si me podía estar equivocando con el número...

Inseguridades de principiante, porque me explicaron amablemente que esto pasaba porque mi anterior zapatilla estaba demasiado cedida y que esa sensación de sujección es la correcta, otra cuestión sería si mis dedos toparan con la punta, que no era el caso.

El día que las probé, había quedado con una amiga y fui a buscarla al punto acordado andando por asfalto, recuerdo la impresión al dar algunas zancadas tímidas para ver las sensaciones.

Era como si la zapatilla devolviera el peso de la pierna hacia arriba, como si rebotara. Fue muy raro los primeros pasos y una sonrisa rara se dibujó en mi cara "mira que pijadilla más cuca" pensé.

Tranquilos, señores de Nike, su secreto está a salvo conmigo (guiño, guiño)

Ya de vuelta al recorrido en camino de tierra, notaba el pie mucho más firme, necesitaba hacer menos fuerza para impulsar cada paso y el confort de la suela era una pasada.

En ningún momento tuve la sensación de una mala pisada, como venía pasándome con las Kalenji que a veces se movían bajo mis pies y parecía que iba a caerme, supongo que las pobres no daban para más...

Al ratito de iniciar la marcha se me olvidó por completo esa presión que antes me había parecido molesta y no volví a acordarme hasta terminado el entrenamiento, supongo que acabaré por acostumbrarme.

Otra mejora que he podido notar es la carga de gemelos y caderas, he pasado de estirar hasta en 4 ocasiones después de la sesión porque me seguía notando tensión, a hacerlo una única vez, supongo que la amortiguación en este punto afecta a la carga que sufren los músculos.

La sensación de "pie cocido" anterior ha mejorado con creces, con mi anterior zapatilla notaba el aire al inicio y luego tenía la sensación de que se me cocía el pie, cosa que no entendía muy bien.

En este punto han diseñado muy bien la transpiración para que no sea un coladero ni retenga el calor.

Y en principio esa es mi valoración, creo que hay muchos más puntos que por mi experiencia soy incapaz de percibir.

Aún no distingo muy bien cuál es la sensación apropiada al llevar unas zapatillas de calidad pero creo que no me he equivocado en la compra y de momento ya puedo notar la diferencia.

Espero hacer muchos kilómetros y vivir grandes experiencias con este calzado.
Y sin él también, por supuesto.

¿Cuál fue vuestra sensación al probar vuestras primeras zapatillas específicas?

¡¡¡VAMOS!!!